¡Cuidado con los ladrones! Es una recomendación que nos hacen nuestros seres queridos, los medios de comunicación, etc. Y siempre tratamos, todos sin excepción, de cuidarnos a nosotros mismos, a nuestra familia y amigos así como a nuestras más preciadas pertenencias, sobre todo cuando sabemos que no habrá ninguna forma en que las podamos recuperar.
Pero, ¿que pasa cuando se trata del tiempo? El tiempo perdido o robado no vuelve y día a día todos nos quejamos de que no tenemos tiempo suficiente para hacer todas las cosas que queremos. Esto aplica no solamente a lo que a trabajo y responsabilidades se refiere sino también al tiempo libre. Nunca tenemos tiempo suficiente para convivir con nuestros seres queridos, para divertirnos, y sobre todo para ejercitarnos.
Aunque no lo creas el tiempo no solamente lo puedes perder si no te organizas y llevas una especie de agenda o itinerario a seguir sino que también te lo roban y puede ser que ni siquiera te des cuenta en el momento en el que sucede el atraco.
Existen muchos y muy diferentes “delincuentes” relacionados con el “robo” de tiempo pero entre los más frecuentes tenemos a los siguientes:
-Teléfono
-Redes sociales
-Correo electrónico
-Televisión
-Reuniones
-Interrupciones
-Internet
Este listado no se presenta para que elimines estos puntos o actividades de tu vida pues en el momento oportuno pueden ser buenos elementos de trabajo o de esparcimiento.
Uno de los primeros pasos a dar es la organización tentativa de tu día y el establecimiento de de prioridades para que obtengas lo mejor de cada jornada.
El teléfono, el correo electrónico, las redes sociales, internet, etc., pueden ser un excelente medio de comunicación en tu vida laboral y social, pero es importante que tengas en cuenta que son herramientas a tu servicio y no seas tú quien esté al servicio de estos medios. Toma conciencia de cuánto tiempo dedicas por ejemplo a contestar llamadas o mensajes y sosteniendo conversaciones que podrían ser más concretas y por lo tanto más cortas.
Cada vez que contestes una llamada o respondas algún mensaje de texto piensa si es lo más conveniente. En algunas ocasiones una llamada de pocos minutos resulta más corta y eficiente que estar enviando mensajes de texto o escribiendo en el chat.
A toda costa hay que evitar en lo posible las interrupciones ya que éstas impiden que te concentres y rindas como es debido, especialmente en el trabajo. Con cada interrupción tu atención se dirige hacia otros puntos y esto implica un determinado período de tiempo para concentrarte en el nuevo asunto.
Al volver al anterior también vas a requerir de un lapso de tiempo para reanudar lo que estabas haciendo. Si a lo largo del día o la semana sumas estos lapsos de tiempo verás que muy bien pudiste haber hecho algo productivo en todos esos minutos que se acumularon. Esto a la larga te va a ayudar a liberarte del estrés y a tener una mejor calidad de vida.
Recuerda que el día sólo tiene 24 horas y necesitas 8 para dormir y por lo menos 4 períodos de 30 minutos a la semana para el ejercicio. Trata de distribuir el resto de la mejor manera para que te rinda el día y tengas tiempo para dedicarlo no solamente al trabajo sino al ejercicio y al esparcimiento. Recuerda que una de las metas de todo ser humano es tener una mejor calidad de vida.
