Somos muchas las personas que nos referimos al lado interior y posterior de la parte superior de nuestros brazos como “alas de murciélago”, “el músculo del salero” o “el músculo del adiós” y lo hacemos generalmente en forma de broma. Otras personas simplemente no dicen nada pero jamás usan una prenda sin mangas afirmando que “no les gusta” aún cuando antes parecía que no les gustaban las mangas. La verdad es que el tener los brazos firmes es un tema que nos preocupa a muchas más personas de las que creemos.
El problema de la flacidez de los brazos no aqueja únicamente a personas mayores o con exceso de peso. También se presenta en personas delgadas pero que llevan una vida sedentaria, o bien en un gran número de deportistas como ciclistas y corredores que si bien no tienen exceso de peso se concentran únicamente en ejercitar la parte inferior del cuerpo.
Este problema tiene solución y no consiste únicamente en resignarnos a usar ropa de manga larga ni vivir eternamente con los brazos pegados a los costados, así es que ¡ánimo y manos a la obra!
Ciertamente para una persona que no tiene exceso de peso el tener brazos firmes puede resultar mucho más fácil y puede notar resultados más pronto pero hay una solución para todos. Si nuestro peso es excesivo podemos ir empezando hoy mismo con una buena dieta. Y al decir buena no nos referimos a las dietas “milagrosas” que lo único que hacen es dejarnos agotados, deshidratados, flácidos y con unas ganas de comer que los pocos gramos que bajamos los multiplicamos en las primeras dos comidas “normales” después de la “milagrosa dieta”.
Una “buena dieta” es aquella que nos va a permitir saciar el hambre e ingerir los nutrientes necesarios para mantenernos en un estado óptimo de salud mientras poco a poco vamos eliminando la grasa excesiva. Claro que a la dieta la vamos a ayudar mediante el ejercicio, que en un principio debe ser moderado para evitar el desgaste físico innecesario y lo que es peor, exponernos a sufrir lastimaduras de músculos, ligamento y articulaciones que pueden llegar a constituir un problema serio.
Lo mejor es ir poco a poco mejorando nuestra condición física y además incluir algunos ejercicios enfocados a áreas específicas del cuerpo, en este caso para fortalecer y reafirmar los tríceps. En el caso de las personas que ya hacen ejercicio como andar en bicicleta o correr, la única recomendación es que hagan estiramientos y algún ejercicio complementario para lograr tener los brazos firmes, tal y como lo desean, o para prevenir la flacidez prematura.
Los ejercicios más sencillos y efectivos para tener los brazos firmes no requieren el uso de pesas ni de aparatos complicados. Uno de ellos consiste simplemente en sentarse en una silla firme y apoyando las manos en los bordes laterales del asiento tratar de levantar el peso del cuerpo estirando los brazos. Hacer varias repeticiones aunque no sea posible levantar el cuerpo del asiento.
El uso de una esfera giroscópica como el NSD Spinner puede ser de gran ayuda. Se toma con una mano y se lleva el brazo extendido hacia atrás. Hay que tratar de mantener la esfera girando sin bajar el brazo, flexionarlo ni adelantarlo. Hacer girar la bola primero en un sentido, luego en el otro y finalmente cambiar de brazo.
Efectuar metódicamente cualquiera de estos ejercicios puede brindar magníficos resultados y en muy poco tiempo tendremos unos brazos firmes para poder lucirlos con toda confianza.